Archivo de 9 de marzo de 2007

Carta abierta a la Fiscalía General

____Corriente Martiana, Habana – Cuba      ____________   

 

21 de noviembre del 2006

 

Departamento de Derechos Ciudadanos

Fiscalía General de la República de Cuba.

 

 

Señores Fiscales:

 

La paz sea con Uds.

 

Si manifestarse pacífica y ordenadamente con una huelga de hambre contra el abuso de poder cometido por agentes del departamento de seguridad del estado, que nos privaron de un lugar de residencia a causa de nuestras ideas discordantes y acciones independientes del gobierno en el marco de la ley, se enmarca en lo preceptuado por la figura de Desórdenes Públicos contemplada en el artículo 200.1 del Código Penal, entonces, el remitente de la presente, el ciudadano cubano Moisés Leonardo Rodríguez Valdés, con identidad número 47020201142, de estado civil casado, sin domicilio oficialmente reconocido y en pleno uso de mis facultades mentales, debo ser procesado también por la infundada causa que se imputa a Roberto de Jesús Guerra Pérez.

 

Al igual que Guerra Pérez estuve el 13 de julio del 2005 desde las nueve de la mañana, en igualdad de condiciones y acciones, hasta el momento de nuestro arresto y ulterior detención arbitraria a que ha estado sometido Roberto durante un año y cuatro meses desde entonces sin la celebración de juicio.

 

Durante nuestra estancia ese día en el Parque de Comunicaciones de esta capital no creamos ningún tipo de desorden mientras esperábamos ser atendidos en nuestro reclamo de justicia ante los excesos de poder por parte de agentes de la seguridad del estado cubana que ya habíamos denunciado por otras vías infructuosamente.

 

En ningún momento los participantes, ni los que nos apoyaron con su presencia, aún cuando poseemos causa que justifica nuestro actuar, no dimos “gritos de alarma”ni proferimos amenazas “de un peligro común”como exige el inciso 1 del señalado artículo 200.1 del Código Penal para cometer tal delito.

 

Asimismo, nunca tuvimos, como preceptúa el inciso 2, el “propósito de provocar pánico o tumulto”ni de alterar el orden público de cualquier otra forma.

 

Los que si dieron gritos de alarma, profirieron amenazas y ofensas, provocaron pánico y tumultos, alteraron el orden público y blandieron y llegaron a emplear armas contundentes fueron algunos de los empleados públicos, o individuos mezclados entre ellos premeditadamente, que fueron sacados de sus centros de trabajo en horario laboral y conminados a su actuar  bajo mentiras como la de que iban a ser apedreados los cristales de ómnibus parqueados en la Terminal de Ómnibus Nacionales.

 

Los verdaderos instigadores, organizadores y ejecutores de desórdenes públicos y otros delitos gozan de total impunidad.

 

Si recordar a los mártires del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo (cuyos autores, dicho sea de paso, no han sido sometidos al debido juicio aún cuando tal petición fue presentada el pasado año al Fiscal General de la República de Cuba) arrojando flores al mar y apoyar moralmente con su presencia a quienes demandábamos justicia como he descrito anteriormente prefigura el delito de Desórdenes Públicos, entonces es procedente el enjuiciamiento de René Montes de Oca Martija. En caso contrario, no lo es como tampoco será justificable nunca la detención arbitraria a que ha estado sometido, al igual que Roberto de Jesús, durante el año y cuatro meses que nos separan de la golpiza que recibió y su detención arbitraria.

  

Si quienes deben, según mandato constitucional, garantizar el imperio de la justicia en Cuba y la regencia de la ley para todos por igual , permiten que los autores de delitos que incluyen la coacción, las amenazas, el uso de la violencia verbal y física contra las personas, la instigación a delinquir, el abuso de autoridad como ocurre en los frecuentes mítines de repudio y hasta el asesinato -como ocurrió en el caso del hundimiento del Remolcador 13 de Marzo- anden impunes mientras inocentes son sometidos continuamente a arrestos y detenciones arbitrarias, y por tanto injustas, y a condenas dictadas en juicios parcializados a conveniencias del poder, entonces hay que repetir que la justicia en Cuba está enferma como señalara Fidel Castro en su alegato conocido como La Historia me Absolverá refiriéndose a las irregularidades en la aplicación de la justicia en la dictadura anterior.

 

No busquen más culpables fuera de sus propias filas de supuestos incondicionales. No son los opositores pacíficos los que desmontan persistente y contundentemente, día a día a luces vistas, y acompañado del creciente descontento que puede en cualquier momento provocar una explosión social, lo que Uds. identifican indistintamente con los términos de “revolución”, gobierno cubano”, “sistema socialista”u otros equivalentes al referirse a un poder excesivamente centralizado, inmovilista, intransigente y altamente represivo y violador de los más elementales derechos y libertades fundamentales.

 

Es dentro de Uds. que están los que desde supuestas posiciones de incondicionalidad violan los derechos y libertades de sus conciudadanos. Es dentro de Uds. que están los corruptos que roban los bienes públicos para lucro personal. Es dentro de Uds. que están los que falsifican cifras y datos, los que hablan de desarrollo económico y social a la par que se incrementa vertiginosamente el deterioro de las condiciones de vida, material, moral y espiritual, de los cubanos de a pie que ante tal desastre huyen en masa del país por vías muchas veces inconcebibles, que se prostituyen, delinquen y acuden en número creciente a mecanismos evasivos como el alcohol y las drogas.

 

Es dentro de Uds. que están los que ejecutan políticas de apartheid al apartar y acorralar a los de ideas discordantes y acciones independientes de lo dictado por la oficialidad.

 

Durante años han sido hostigados, amenazados y hasta condenados muchos de los que se han unido de alguna forma a las propuestas cívicas que durante 17 años vengo desarrollando. Entre otros casos destaca el de Víctor Rolando Arroyo Carmona a quien le hicieron cumplir seis meses de injusta prisión por haber participado en el proyecto Reyes Magos del Milenio que he promovido y consistente en repartir juguetes a niños pobres los días 6 de enero. En esa ocasión se me mantuvo dos días en calabozos para impedir que asistiera al juicio como testigo de la defensa.

 

A mi hermano, Jorge Alan González Valdés, que estuvo inicialmente de acuerdo en compartir el apartamento dejado en herencia por nuestra madre, oficiales de la seguridad del estado le conminaron a demandarme y, como era de esperar y a pesar de que el Contador Partidor se pronunció a favor de mi propuesta, el fallo me excluyó de poseer un lugar de residir en mi ciudad natal y mi lugar de residencia oficial desde 1987 según constaba en el carné de identidad que misteriosamente me fue hurtado y al sustituirlo se me entregó uno en que se me declara sin domicilio reconocido a pesar de que no he recibido el fallo o sentencia que haga firme el despojo a que he sido sometido.

 

A Martha Ynés Martínez Barrinat, anciana de 73 años de edad que al verme en la calle me autorizó a residir en el apartamento de su propiedad, se le ha hostigado, amenazado y multado desproporcionadamente en varias ocasiones con el fin de que me sacara de su propiedad y desistiera de su decisión como propietaria. Rara justicia que pasa por encima del derecho de la propietaria en esta caso  y cuando reclamé ante la jefa del carné de identidad de Plaza por omitir mi dirección oficial al darme el sustituto del carné de identidad robado, esta funcionaria invoca el derecho de propiedad para proceder a darme el nuevo documento que en nada replica al perdido y hasta añade improcedentemente en el espacio destinado a señalar el domicilio que no poseo vínculo laboral.

 

A Beatriz Valdés, ciudadana que recientemente me permitió pasar días en su casa, de forma no permanente para no violar la ley,  la visitaron dos oficiales de la seguridad del estado para advertirle que no me debía dejar permanecer allí por ser de Pinar del Río. Nuevas mentiras, soy natural de Ciudad de la Habana, y sólo permanecía eventualmente en ese domicilio con lo que no violo ninguna ley. ¿ Qué buscaban esos señores oficiales en esa casa?

 

Ahora se pretende enjuiciar a Roberto y a René.  El caso de ambos fue enviado por mí al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas al entregarlo a la funcionaria que representa el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ) acá en la isla el pasado 16 de octubre.

 

¿Qué se pretende ahora? ¿A quienes se quiere confundir? Soy un martiano convencido que no necesita andar por tanto en las sombras. Mi bando está definido y es el de los que abogamos por el diálogo y la reconciliación entre los cubanos que restauren la unidad nacional y , por esas vías, sacar a la Nación de la tremenda crisis en que se encuentra sumida por los sostenidos desaciertos del poder actual.

 

No estoy en el bando de los que dividen, apartan y acorralan a otros por no jugar el juego que proponen, o mejor, imponen.

 

Señores oficiales de la seguridad del estado y aquellos a quienes Uds. sirven: pueden quitarme la libertad, incluso la vida, pero nunca podrán quitarme la honra.  En la batalla , que debe ser realmente de ideas,  no usemos golpes bajos.

 

Sin más, quedo de Uds.,

 

Sinceramente,

 

 

Moisés Leonardo Rodríguez Valdés

Ciudadano Cubano.

 

Localización 

Aunque no poseo domicilio reconocido, puedo ser localizado en:

Ave 45 No 2410 entre 24 y 26. Cabañas. Mcpio. Mariel. Provincia Habana. CP 34100

e-mail corrientemartiana2004@yahoo.com


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